Trastorno de alimentación selectivo
De Adelgazar
El trastorno de alimentación selectivo (también conocido como "síndrome de alimentación selectiva" o "alimentación quisquillosa") es un trastorno de la conducta alimentaria en el que se evita el consumo de ciertos alimentos. Aunque es frecuente en niños pequeños (un 20% de los niños), no suele persistir durante la mitad de la infancia y la adolescencia, especialmente en niños de sexo masculino. Es común en jóvenes con trastorno autista.
Síntomas
El principal síntoma de este trastorno es la incapacidad para probar determinados alimentos según su textura o aroma. Los "alimentos seguros" pueden limitarse a ciertos tipos de productos e incluso a marcas específicas. En algunos casos, las personas afectadas excluyen un grupo completo de alimentos, como las frutas o las verduras.
Normalmente, los niños o adolescentes con este trastorno están dentro del rango normal de peso y altura, y no muestran ninguna anormalidad en el examen físico. A veces, pueden caer en la alimentación selectiva después de un período de alimentación normal, pero en muchos casos puede haberse producido una historia previa de dificultades alimenticias en una etapa temprana de la infancia, como problemas con el destete. Comer una variedad muy restringida de alimentos es una característica común de los niños (hasta un 20% de los niños menores de cinco años), y el problema persiste hasta la edad de ocho años en aproximadamente un tercio de estos. Sin embargo, para algunos el problema persiste en mitad de la infancia, la adolescencia, e incluso la edad adulta.
Este trastorno no debe confundirse con el "trastorno emocional de evitación alimenticia" (evitación de los alimentos en la infancia provocado por dificultades emocionales y no relacionadas con la imagen corporal) ni con la anorexia nerviosa. Sí que tiene características similares con otro trastorno llamado "neofobia alimentaria", que consiste en evitar el consumo de nuevos alimentos.
Causas y tratamiento
En la mayor parte de los casos, el problema no procede de un trauma sino que se debe a algún pequeño incidente relacionado con el sabor, textura, olor o presentación de los alimentos. Por ejemplo, al atragantarse alguna vez al comer carne se puede desarrollar miedo a la asfixia y a ingerir alimentos difíciles de masticar. También puede ser debido a tener un sentido del sabor muy sensible. En otros casos, se ha vinculado con un trastorno obsesivo compulsivo, miedo a la suciedad y posible contaminación debido a la forma en que se preparan los alimentos.
El tratamiento que se suele utilizar es la terapia cognitivo-conductual. La exposición a los alimentos también funciona bien; por ejemplo, si una persona sólo quiere comer sopa, primero vamos a poner fideos en la sopa y, si los acepta, entonces pondremos pollo.
Este trastorno fue protagonista en 2007 de un reality show de televisión en el Reino Unido llamado "La granja de los comedores quisquillosos", en el que ocho personas se enfrentaban a sus fobias a ciertos alimentos. El grupo de expertos estaba compuesto por un dietista, un psicólogo y un chef.