Obesidad
De Adelgazar
La obesidad es una característica física en la cual la cantidad de grasa corporal se incrementa hasta un punto que puede provocar enfermedades o aumentar la tasa de mortalidad. Una forma de medir la obesidad es calculando el índice de masa corporal (IMC). Según la Organización Mundial de la Salud, un IMC entre 30 y 39.9 se considera obesidad. Otros indicadores de obesidad son:
- La circunferencia de la cintura: mayor de 102 cm en hombres y de 88 cm en mujeres.
- Medida de la grasa corporal: más del 25% en hombres y más del 30% en mujeres.
La grasa se almacena en células llamadas adipocitos. Cuando se deposita demasiada grasa, estos adipocitos crecen formando nódulos, y cuando ya no pueden crecer más comienzan a multiplicarse. Los depósitos grasos varían según el sexo. En los hombres, la grasa está entre un 10% y 15% del peso corporal, y se acumula principalmente en el abdomen y el tórax. En las mujeres, la grasa supone entre un 20% y 25% del peso corporal, y se acumula más en las caderas y los muslos. En ambos casos, una excesiva grasa corporal es nefasta ya que acarrea problemas de salud, generalmente cardiovasculares en el hombre y articulares en la mujer.
La obesidad es a menudo el resultado de un desequilibrio entre:
- la aportación energética diaria: a menudo llamada aportación energética total (AET), que es la suma de las calorías aportadas por:
- los glúcidos (azúcares lentos o rápidos): sacarosa, glucosa, fructosa, etc.
- los lípidos (ácidos grasos): encontrados en los aceites vegetales y las grasas animales particularmente.
- las proteínas: de vegetales (algas, legumbres, por ejemplo) o animales (carne, pescado).
- la suma de los gastos energéticos:
- intercambio de calor con el medio ambiente: más gasto cuando la temperatura exterior es débil.
- energía necesaria para el funcionamiento del organismo (la digestión, la respiración, el bombeo del corazón, etc). El cerebro sólo consume cerca del 20 % de la energía total.
- esfuerzos físicos: andar, hacer deporte, actividades físicas de todo tipo.
Cuando el organismo recibe más energía de la que gasta, almacena una parte en forma de grasa en el tejido adiposo. Sin embargo, el metabolismo de cada persona es muy diferente y también juega un gran papel, de ahí que ciertas personas tengan más propensión a la obesidad que otras (por factores genéticos principalmente) a pesar de tener un balance energético similar.
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