Dolor abdominal
De Adelgazar
El dolor abdominal (también llamado a veces dolor de estómago o dolor de barriga) es un síntoma que se experimenta en la región limitada entre la parte superior del pecho y la ingle inferior. El dolor en el abdomen puede ser agudo o crónico, localizado o difuso, con calambres o constante, urente (con ardor) o punzante.
El dolor abdominal puede ser uno de los síntomas asociados con trastornos transitorios o enfermedades graves. El diagnóstico definitivo de la causa del dolor abdominal de un paciente puede ser muy difícil, dado el gran número de enfermedades que tienen este síntoma. Dado que es la expresión de muchas enfermedades, algunas triviales y otras lo suficientemente graves como para poner en peligro la vida de la persona (como el cáncer), se debe proporcionar al médico una descripción precisa del tipo de dolor, su localización, los síntomas asociados y el historial de dolor (hora de inicio, duración y movimientos que lo agravan o lo alivian).
Tipos de dolor abdominal
El dolor en el abdomen se describe tradicionalmente por su cronicidad (agudo o crónico), su evolución en el tiempo, su naturaleza (moderado, intenso, cólico), su distribución (incluyendo el cuadrante u otros métodos que dividen el abdomen en secciones) y la caracterización de los factores que lo agravan o lo hacen menos importante.
Hay varios tipos de dolor abdominal:
- Dolor visceral. Dolor que suele desarrollarse lentamente, llegando a ser profundo, sordo y casi no localizable, con más frecuencia en la zona periumbilical, epigástrica o hipogástrica.
- Dolor somático. Dolor intenso y bien localizado en la pared abdominal, que por lo general empeora con el movimiento o la tos.
- Dolor referido. Dolor que se desarrolla en una ubicación diferente de la fuente del dolor, pero que comparte con la inervación. Este tipo de dolor se siente en la piel o los tejidos más profundos, pero es bien localizable y, por lo general, se asocia con la hiperestesia (sensibilidad excesiva) de la zona afectada.
- Dolor ardiente. Dolor que suele acompañar a una úlcera péptica o a la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Se localiza en el área epigástrica y ocurre a intervalos fijos durante el día.
- Dolor punzante. Por lo general se asocia con perforación gástrica o úlcera duodenal, pancreatitis, rotura de un aneurisma, colecistitis aguda, o cálculos ureterales.
- Dolor de tipo cólico. Está causado por el estiramiento o distensión del peritoneo o mesenterio. Es típico del síndrome del intestino irritable o de situaciones de estreñimiento. Si es más intenso, puede ser un síntoma de apendicitis, diverticulitis o enfermedad inflamatoria del intestino.
Teniendo en cuenta los diversos sistemas de órganos representados en el abdomen, el dolor abdominal deberá ser consultado a médicos generalistas, cirujanos, internistas, médicos de urgencias, pediatras, gastroenterólogos, urólogos y/o ginecólogos. En algunos casos, si es por una causa poco frecuente, se recomienda a los pacientes que consulten a más de un especialista antes de establecer un diagnóstico adecuado (por ejemplo, un dolor abdominal funcional crónico).
Causas del dolor abdominal
Las causas más comunes de dolor abdominal son:
- Inflamación del peritoneo debida a:
- la infección por perforación de un órgano infectado, por ejemplo en el apéndice (apendicitis), o por una complicación de una enfermedad inflamatoria pélvica (salpingitis).
- la irritación por una sustancia orgánica: la perforación de una úlcera gástrica o una úlcera péptica, la pancreatitis o la ruptura del folículo ovárico.
- Otros: fiebre mediterránea familiar.
- Inflamación de la mucosa intestinal por enfermedad de Crohn, úlceras de colon, diverticulitis, o gastroenteritis.
- Alérgicas: intolerancia a la lactosa, enfermedad celíaca.
- Autoinmunes: sarcoidosis, vasculitis.
- Obstrucción mecánica de un órgano como el intestino delgado (oclusión), el colon, el tracto biliar (por ejemplo, por piedras en la vesícula), o los uréteres (a causa de un cálculo urinario).
- Vasculares (a menudo un signo de complicaciones isquémicas): embolia, trombosis, rotura de aneurisma, torsión oclusiva (vólvulo), anemia.
- Herida abdominal: rasgado del mesenterio, trauma muscular, infección muscular, diverticulitis (raro).
- Distensión de un órgano en su cápsula: riñón, hígado o bazo.
- Irradiación de dolor en el pecho (neumonía, infarto de miocardio, enfermedad de la arteria coronaria), radicular (radiculopatía secundaria a la osteoartritis), genital (torsión testicular).
- Trastornos metabólicos: envenenamiento, picadura de una araña viuda negra, uremia, cetoacidosis diabética, porfiria, deficiencia del inhibidor de la esterasa C1, o deficiencia de adrenalina.
- Dolor neuropático: degeneración neuronal, herpes zóster, enfermedad de Lyme.
- Funcional: síndrome de irritación intestinal.
- Infección primaria por VIH.
- Tóxicos: Síndrome cannabinoide.
Los síntomas y signos asociados con el dolor en el abdomen, como la presencia de fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, disfagia, dolor al tragar, o disuria, pueden ayudar a aclarar el origen del dolor.
Diagnóstico del dolor en el abdomen
Dada la inmensidad de posibilidades, son muchas las pruebas que se deben realizar en busca de un diagnóstico. Una historia clínica adecuada puede proporcionar al médico la información pertinente sobre el inicio, la duración, la gravedad y el lugar de la enfermedad, para excluir con probabilidad razonable una serie de hipótesis diagnósticas en la primera consulta.
Del mismo modo, el examen objetivo de signos asociados como bultos, traumas o hemorragias, permite al médico tener una base antes de enviar al paciente a realizarse exámenes innecesarios.
Para aclarar el diagnóstico se pueden hacer las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre: hemograma, análisis de electrolitos, enzimas hepáticas, creatinina, lipasa, prueba de embarazo, prueba de orina.
- Radiografía del abdomen "en blanco" y del tórax.
- Ecografía abdominal.
- Electrocardiograma. Útil para excluir la isquemia miocárdica, que a veces puede manifestarse con dolor epigástrico.
En caso de situaciones no agudas, si el diagnóstico no está claro después de analizar la historia clínica, el examen físico y las pruebas básicas, puede ser útil profundizar a través de estas pruebas:
- Tomografía computarizada pélvica y abdominal, para descartar tumores.
- Gastroscopia.
- Colonoscopia.