La anorexia nerviosa tiene una de las tasas de mortalidad más altas entre los desórdenes psiquiátricos, con aproximadamente un 10% de fallecimientos debido a causas relacionadas. La tasa de suicidio en personas con anorexia es también mayor que en la población general y se piensa que es la principal causa de muerte entre quienes padecen la enfermedad. La anorexia es difícil de tratar; un estudio reciente indica que menos de la mitad de las personas que han seguido tratamiento logra recuperarse totalmente, un tercio mejora y un un 20% se mantiene crónicamente enfermas.
La mayoría de las investigaciones sobre la incidencia y la prevalencia de la anorexia se han realizado en países industrializados occidentales, por lo que los resultados no son aplicables generalmente a otras áreas. Sin embargo, estudios recientes sobre la epidemiología de la anorexia han sugerido una incidencia anual de entre 8 y 13 casos por cada cien mil personas, y un promedio de prevalencia del 0.3% usando criterios estrictos de diagnóstico. Estos estudios también confirman que la enfermedad afecta en una gran proporción a mujeres adolescentes, siendo el 40% de los casos detectado en edades entre los 15 y los 19 años. En conjunto, aproximadamente el 90% de las personas con anorexia son mujeres. La mayoría de quienes padecen la enfermedad no acude a servicios de salud mental.
La primera línea de tratamiento para la anorexia nerviosa se enfoca generalmente en una inmediata ganancia de peso, especialmente en aquellos casos serios que requieren hospitalización. En casos muy severos, esto puede hacerse mediante un tratamiento hospitalario involuntario bajo las leyes de salud mental, en aquellos países donde exista tal legislación. En la mayoría de los casos, sin embargo, la gente con anorexia es tratada sin ingreso hospitalario, recibiendo el apoyo de médicos, psiquiatras, psicólogos clínicos y otros profesionales de la salud mental
Un estudio clínico reciente sugiere que la psicoterapia es una forma efectiva de tratamiento y puede conducir a la restauración del peso normal, retorno del periodo menstrual y mejora psicológica y social. Sin embargo, este estudio destaca que hay sólo un pequeño número de pruebas controladas aleatoriamente sobre las que basar esta recomendación, y ningún tipo de psicoterapia específica parece mostrar una ventaja general cuando se compara con otros tipos. La terapia familiar también se ha mostrado efectiva como tratamiento para adolescentes con anorexia, y en particular un método desarrollado en el Hospital Maudsley de Londres (Inglaterra).
Es importante señalar que muchas personas que se recuperan de su bajo peso al ser más o menos forzadas contra su voluntad por sus padres y parientes a menudo albergan un gran odio contra ellos al sentir que les están robando su figura deseada. A menudo cuando los amigos o los parientes felicitan a la recuperada por su aspecto saludable, en su mente se reemplaza "saludable" con "gorda".
El tratamiento con medicamentos tales como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina u otra medicación antidepresiva no se han mostrado generalmente efectivos en el tratamiento de la anorexia o previniendo su aparición, aunque no hay todavía una suficiente investigación en este área. Es común, sin embargo, que los médicos prescriban antidepresivos, a menudo con el objetivo de tratar la ansiedad y la depresión asociadas a la anorexia.
Hay organizaciones no gubernamentales que ofrecen apoyo y consejo a personas que tienen anorexia o a los parientes.
Editor: GFDL, v.o., CC BY-SA 3.0 Muydelgada.com, 2015.
La anorexia como síntoma / Anorexia nerviosa: Diagnóstico, Características clínicas, Causas y factores de riesgo, Pronóstico, incidencia y tratamiento.