Seguir una dieta paleolítica puede provocar algunos problemas de nutrición como:
- Déficit de calcio. A menos que uno se comiera los huesos de la carne, una dieta paleolítica puede suponer un riesgo de deficiencia de calcio. Las verduras como el brócoli pueden servir para proporcionar algo de calcio, pero los productos lácteos son una fuente más intuitiva y fácil. Sin embargo, en muchas dietas del este y el sudeste asiático, donde no gustan los productos lácteos, el pescado y el marisco se consume como fuente de calcio. Algunos peces pequeños, como las anchoas y las sardinas, tienen huesos blandos y pequeños que se pueden masticar y actuar como fuente de calcio, aunque no es algo típico de las dietas occidentales. Las necesidades de calcio también se reducen cuando la ingesta de frutas y verduras es elevada, y cuando la ingesta de grano (que produce ácido) es baja.
- Déficit de vitamina D. La vitamina D puede ser producida a partir del colesterol mediante la exposición al sol, pero esta es una forma poco práctica de conseguirla en los tiempos actuales dado que la mayor parte de la actividad transcurre en interiores. Además la exposición al sol no siempre es deseable, posible o segura. La leche está frecuentemente enriquecida con vitamina D, por lo que no consumirla puede provocar un déficit si no se da la suficiente exposición solar. Existen otras fuentes para la vitamina D, como el aceite de hígado de bacalao, pero no son bien conocidas o fácilmente accesibles, además de ser rechazadas por las formas más rigurosas de dieta paleolítica.
- Déficit de proteínas. Los lácteos son una fuente principal de proteínas completas con las que se obtienen todos los aminoácidos esenciales. Esto es especialmente cierto en el caso de proteínas aisladas del suero, eliminadas de la proteína caseína de la leche. Tales fuentes alternativas de proteínas pueden ser útiles para aquellos que intentan bajar el nivel de colesterol, los que quieren un flujo de proteínas más rápido para reparar tejidos o quienes tienen problemas para digerir la carne (en especial la carne semicruda o poco cocinada de la dieta Paleolítica). Los productos lácteos tampoco implican matar animales, una ventaja significativa para cierto tipo de personas, y además apenas son carcinógenos.
- Infecciones. Comer los alimentos crudos o semicrudos puede provocar infecciones. Hay que aclarar que entre quienes practican esta dieta paleolítica se acepta de forma general que es necesario comer alimentos que podrían ser consumidos crudos, pero no consideran necesario ni aconsejable comerlos crudos. Muchos alimentos pueden albergar patógenos peligrosos, incluyendo, entre otros, salmonella, norovirus y Trichinella spiralis, muchos de los cuales pueden provocar graves consecuencias para la salud si no son eliminados primero por medio del calor (es decir, cocinándolos). Por esta razón, aunque no se requiera el cocinado de ciertos alimentos, la dieta paleolítica aconseja hacerlo para evitar problemas. El calentamiento hasta una temperatura lo suficientemente alta de la carne y el pescado destruirá las bacterias dañinas y, en el peor de los casos, los parásitos (como la tenia). Los huevos crudos pueden contener muchas sustancias dañinas como la salmonella; sin embargo, estudios recientes muestran que el nivel de salmonella encontrado en los huevos comerciales es insignificante.
Editor: GFDL, v.o., CC BY-SA 3.0 Muydelgada.com, 2015.
Dieta del Paleolítico: Alimentos, Fuentes y preparación, Beneficios, Base científica, Crítica, Riesgos.