El ejercicio físico es la ejecución de alguna actividad para desarrollar o mantener la forma física y la salud general. También se utiliza a menudo para afinar la capacidad o habilidad atlética. El ejercicio frecuente y regular es un componente importante para prevenir algunas enfermedades de afluencia como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Los ejercicios son generalmente agrupados en tres tipos dependiendo del efecto general que tienen sobre el cuerpo humano:
Algunas veces se utilizan los términos "ejercicio dinámico" y "ejercicio estático". Los ejercicios dinámicos, como correr, tienden a producir una bajada de la presión sanguínea diastólica durante el ejercicio, debido al flujo sanguíneo mejorado. Por contra, los ejercicios estáticos, como el levantamiento de pesas, pueden causar un aumento significativo de la presión sistólica.
El ejercicio físico se considera importante para mantener la forma física (incluyendo un peso saludable), construir y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones, promover el bienestar fisiológico, reducir los riesgos quirúrgicos y reforzar el sistema inmunitario.
Una nutrición apropiada es tan importante como el ejercicio para la salud. Cuando se hace ejercicio es incluso más necesario tener una buena alimentación para asegurarse de que el cuerpo tiene una tasa correcta de nutrientes para ayudar al proceso de recuperación del cuerpo después del ejercicio intenso.
El reposo y la recuperación son también importantes para la salud cuando se hace ejercicio, ya que de lo contrario el cuerpo está en un estado de estrés permanente y no mejorará ni se adaptará adecuadamente al ejercicio. Por tanto, es importante recordar que no se debe hacer el mismo tipo de ejercicio dos días seguidos.
Tanto la nutrición como el reposo tras el ejercicio pueden verse comprometidos por compulsiones psicológicas (desórdenes alimenticios como la bulimia o anorexia), mala información, falta de organización o de motivación. Estos desórdenes conducen a empeorar el estado de salud.
Después de cualquier clase de ejercicio puede producirse el llamado "dolor muscular de inicio retardado", particularmente si el cuerpo no está acostumbrado a ese tipo de ejercicio.
La respiración activa durante el ejercicio físico ayuda al cuerpo a incrementar su capacidad pulmonar máxima y el ingreso de oxígeno; esto resulta en una mayor eficiencia cardíaca, ya que el corazón tiene que hacer menos esfuerzo para oxigenar los músculos, y aumenta también la eficiencia muscular gracias al mayor flujo sanguíneo. El acto de respirar profundamente durante el ejercicio aeróbico ayuda a desarrollar esta eficiencia cardiopulmonar.
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O exercício físico (versão em português) - Editor: GFDL, v.o., CC BY-SA 3.0 Muydelgada.com, 2015.