La dieta del Paleolítico, también conocida como dieta del cavernícola, dieta de la Edad de Piedra, dieta preagrícola, dieta Pangaian o dieta del cazador-recolector, es una dieta basada en las plantas y animales salvajes que diversas especies humanas consumían habitualmente durante el periodo Paleolítico (la Antigua Edad de Piedra). Este periodo abarcó casi dos millones de años y terminó hace unos diez mil años cuando nuestra especie, el Homo sapiens sapiens, inventó la agricultura. La versión moderna de esta dieta paleolítica usa animales domesticados en vez de salvajes como fuente de la antigua dieta de los cazadores-recolectores.
Quienes afirman que los humanos actuales deberían consumir regularmente una dieta paleolítica se basan en la premisa de que la selección natural tuvo dos millones de años o más para adaptar genéticamente el metabolismo y la fisiología de varias especies humanas a tal dieta, mientras que en los diez mil años desde la invención de la agricultura, y el consiguiente cambio de la dieta humana, la selección natural ha tenido poco tiempo para hacer las adaptaciones genéticas óptimas. Según los seguidores de esta teoría, la mala adaptación fisiológica y metabólica resulta en las conocidas como enfermedades de la civilización.
Según la dieta del Paleolítico, sólo se permite comer alimentos que se encuentran en la naturaleza, obtenidos a mano o con herramientas simples, ingeridos inmediatamente sin cocinar, procesar y mediante preparación simple (por ejemplo, pelándolos, rompiéndolos, lavándolos, etc), y si no causan ningún efecto nocivo al consumidor durante o después del consumo. Cualquier alimento que cumpla estas características puede ser cocinado y preparado de forma simple y consumido en cantidades moderadas. Los alimentos que se excluyen son aquellos introducidos en el curso de la evolución humana, en particular después de la invención de la agricultura hace diez mil años, como son los cereales, las legumbres y los productos lácteos.
El interés por la nutrición en el Paleolítico ha crecido en los últimos años conforme las dietas bajas en carbohidratos se han hecho más populares, ya que ambas prácticas tienen, por coincidencia y no por diseño, ciertas similitudes. Este concepto de dieta centra principalmente su interés en los temas de salud en vez de en los intereses éticos o económicos.
Una de las primeras veces que se sugirió que una dieta similar a la paleolítica podría mejorar la salud se realizó en el Diario de Medicina de Nueva Inglaterra en 1985. Después de esto vino un libro, La Prescripción Paleolítica, que se enfocaba en lograr las mismas proporciones de nutrientes (grasas, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales) que estaban presentes en la dieta de las personas del Paleolítico, pero no en excluir alimentos que no se encontraran disponibles antes del desarrollo de la agricultura. Como tal, esta primera versión de la dieta paleolítica recomendaba alimentos tales como leche desnatada, pan de grano entero, arroz marrón y patatas preparadas sin grasa, bajo el argumento de que tenían las mismas propiedades nutritivas que las comidas paleolíticas.
Las versiones más recientes de la dieta del Paleolítico, como son la NeanderThin y la Paleodieta, se enfocan en eliminar todos aquellos alimentos que no estuvieran disponibles en tiempos paleolíticos, como lácteos y cereales.
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Editor: GFDL, v.o., Muydelgada.com, 2015.